domingo, 18 de julio de 2010

Naco, preludio de la guerra de facciones


Y así llegamos a final de la primera fase de la revolución Constitucionalista en Sonora con el rompimiento y desconocimiento de Maytorena-Villa al régimen de Carranza, el 23 de septiembre de 1914.

En adelante, y hasta fines de 1915, vendría la etapa de las luchas entre las facciones revolucionarias. El inicio se dio precisamente en esta región aledaña a Nogales. Mayorena había ocupado Nogales al mando de unos 2,000 yaquis, mientras que Benjamín Hill estableció su base hacia el Este de la población, en Estación del Río, para proteger de los Maytorenistas a Naco, Agua Prieta y Cananea. Sin embargo, al saber que Maytorena había enviado tropas desde Nogales, ordenó que sus hombres ocuparan Estación Martínez para cortarles el avance. Vino el enfrentamiento, y las tropas de Hill fueron derrotadas por los yaquis de Maytorena, que eran comandados por los Grales. Francisco Urbalejo y José María Acosta.

Este enfrentamiento ocurría mientras que en el ámbito nacional se realizaba la Convención de Aguascalientes; Carranza le ordenó entonces a Hill que resistiera mientras que llegaban refuerzos. Elías Calles dejó parte de sus fuerzas para que defendieran Agua Prieta y con el resto acudió a asistir a Benjamín Hill, aunque la prensa de entonces comentaba que tenían una apreciable desventaja numérica. En Nogales se encontraba Maytorena con sus tropas, y hacia el Este las fuerzas Villistas al mando del Gral. Felipe Angeles con cinco mil hombres también se aproximaban.  Parecía que en esa primera batalla se definiría la nueva fase de la revolución. Sin embargo, influenciado por la Convención de Aguascalientes, Villa le ordenó a Angeles que se replegara, por lo que no se pudo dar el golpe definitivo.

El viajero que pasa el día de hoy por esa región situada entre Naco y Cananea puede encontrar los extensos valles cubiertos de praderas, interrumpidos por pequeños lomeríos. En sus cimas todavía actualmente conviven las trincheras que construyeron aquellas fuerzas militares, con otras más antiguas, prehispanas, restos de hoy desconocidas culturas indígenas que allí las erigieron, quién sabe porqué.  Esos montones de rocas aún quedan como mudos testigos de nuestro pasado (A la derecha y abajo aparecen las trincheras).


Y Villa Verde, desde donde Hill enviaba trenes a recoger a los sobrevivientes de la batalla de Martínez,y que había sido establecida pocos años antes como una estación ganadera por William Cornell Greene, hoy no es más que un represo a la orilla del camino en el valle, a un lado de una antena telefónica, en el que un pequeño cerrito con algunos petroglifos indígenas cumple la función de darle firmeza a la cortina; y si el curioso entra por el hoy polvoso camino de terracería rumbo a la vía férrea, encontrará más allá un edificio de ladrillo a la orilla del camino de acero. Eso es todo lo que queda de entonces… Pero volvamos a ese ya lejano finales de 1914:

Encontrándose en campo abierto en una situación tan expuesta, Hill decidió entonces parapetarse en el poblado fronterizo de Naco. Así protegería su retaguardia con la frontera y al mismo tiempo tendría acceso al armamento de Arizona. Al ver que se aproximaba el enfrentamiento, los habitantes de Naco se refugiaron en Arizona mientras que el poblado se transformó en un campamento militar. De esta manera inició el sitio más largo de la revolución; ciento catorce días de asaltos continuos y de rechazos paralelos; ciento catorce días en que ningún bando lograba ventaja; ciento catorce días de rumores y contrarumores en una guerra sicológica en la que ambos bandos intentaban lograr ventaja, si no militar, al menos en la percepción de los convencionistas de la Cd. de Aguascalientes (En seguida muestro una vista aérea interactiva de Naco con la posición aproximada de sus defensas. En rojo las trincheras y en azul las alambradas defensivas).




Sin embargo, al ir pasando los meses sin que ningún bando lograse el triunfo, el gobierno de Estados Unidos decidió intervenir y envió al Gral Hugh Scott, Jefe del Estado Mayor estadounidense, a que intentase hacer llegar a un acuerdo a los combatientes.

El 20 de diciembre propuso un acuerdo: que Maytorena se retirase a Nogales o Cananea, mientras que Hill lo hiciera a Agua Prieta. Sin embargo, Maytorena no lo aceptó al considerarlo una intromisión extranjera en asuntos nacionales.

De esta manera continuó la situación en estiras y aflojas por varios días, hasta que el 11 de enero de 1915 se llegaba al acuerdo de que las tropas de Maytorena se retirarían a Nogales, las de Hill a Agua Prieta, y no habría enfrentamientos entre ambas facciones en ninguna población fronteriza.

Sin embargo, este acuerdo no duró mucho. El 12 de marzo, las fuerzas de Maytorena ocupaban nuevamente Naco, y lo conservaron bajo su poder al menos durante esa primavera. Para julio, el Gral Plutarco Elías Calles enviaba al Crnl. Lázaro Cárdenas a que recuperase ese puerto fronterizo, y después de un encuentro el día 19 -estos días hace noventa y seis años- en Villa Verde en que derrotó a las fuerzas de Maytorena, Cárdenas ocupó Naco (a la izquierda, una tormenta veraniega amenaza las cercanías de Villa Verde. Abajo, muestro una granada recuperada recientemente de los campos de batalla). Era la pugna por el control de la zona fronteriza intermedia entre Nogales, en poder de Maytorena, y Agua Prieta, en el de Elías Calles.


Este fue el preludio para la fase más sangrienta y terrible de la revolución: la lucha abierta entre facciones. La Convención de Aguscalientes nombró a Eulalio Gutiérrez como Presidente de México, Carranza desconoció este nombramiento, y los grandes enfrentamientos entre las fuerzas Constitucionalistas, al mando de Alvaro Obregón, contra las Convencionistas, al mando de Francisco Villa, ensangrentaron al país durante el resto de ese año de 1915. Pero este será  tema posterior…

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