domingo, 4 de julio de 2010

Lo local y lo Nacional en el Constitucionalismo

Durante el primer periodo de la Revolución Constitucionalista, que va desde la toma de Nogales por Obregón, el 13 de marzo de 1913, hasta el rompimiento definitivo en septiembre de 1914, se fueron definiendo las diferentes facciones del movimiento, como hemos visto en artículos anteriores.

En el ámbito Sonorense, la división se fue agravando entre los seguidores de Maytorena y los de Elías Calles; en el nacional, las diferencias también se fueron manifestando entre los Carrancistas (Carranza mismo, Obregón y Elías Calles) y Villa.

Estas pugnas se reflejaron en el desarrollo de las campañas de la guerra en contra de Victoriano Huerta, así como en el abastecimiento de pertrechos bélicos. Mientras que los Carrancistas, que controlaban Sonora, se proveían de armas en Arizona a través de los puertos fronterizos de Naco, Agua Prieta y Nogales, por otro lado Villa, que controlaba a su vez Chihuahua, se abastecía a través del Paso. En Sonora, los impuestos a las minas y la venta de ganado confiscado eran utilizados para adquirir armas; en Chihuahua, la ganadería tenía la misma función para el bando Villista.

Los meses de estancia de Carranza en Sonora y sus decisiones aquí (en Nogales muchas de ellas), habían alimentado y hecho más pronunciadas estas diferencias, entre las más graves: había nombrado al Gral. Felipe Angeles como su Secretario de Guerra; así quedaba por encima de Obregón, que a su vez fue nombrado Jefe del Ejército del Noroeste, con el mando militar de Sonora, Sinaloa, Durango, Baja California y Chihuahua; esto a su vez implicaba que Villa (cuyo territorio era Chihuahua) quedaba bajo las órdenes de Obregón. De esta manera, con una solución burocrática, Carranza intentaba controlar las estrellas en ascenso de Obregón y de Villa. El futuro se encargaría de mostrar su error.
Para finales de 1913, la adquisición de armamento en Arizona por los Sonorenses había sido factor del triunfo en la campaña de Obregón a lo largo de la Costa del Pacífico, con la casi total conquista de Sinaloa, aunque la carencia de líneas férreas entre Tepic, Nayarit, y Orendain, Jalisco, le bloqueaba el acceso de la Cd. de México; a ello se le agregaba que los recursos sonorenses no eran lo suficientemente constantes para el financiamiento de la guerra.

Sin embargo, de acuerdo a Obregón, Carranza le dijo que era necesario que él se apresurase a la conquista del altiplano central, para evitar que Villa la lograse primero; así fue cómo Obregón dejó de lado a Mazatlán y se lanzó a la conquista de Guadalajara, lograda en julio de 1914.

Al mismo tiempo, Carranza le ordenaba a Villa, que para entonces había tomado Torreón y cuya siguiente conquista lógica era Zacatecas, que se desviase y tomara Saltillo, ubicada más hacia el Este. Villa le obedeció, tomó Saltillo con la asesoría del Gral. Felipe Angeles, quien había renunciado al gabinete de Carranza e incorporado a las fuerzas villistas; luego regresó y logró, el 23 de junio, la toma de Zacatecas en la batalla más sangrienta de la revolución: alrededor de 7 mil muertos combatientes de ambos bandos y un número desconocido de civiles.

Al mismo tiempo, en Sonora se agravaba la división entre Elías Calles y Maytorena. Primero, Calles, Comandante Militar, le había quitado su escolta al Gobernador, aunque Carranza le obligó a regresársela; después intentaría repetir la acción, aunque las protestas populares en Hermosillo le obligaron a dar marcha atrás y retirarse a Agua Prieta.

Ese verano, al ocurrir las victorias de los Constitucionalistas en el centro del país, Calles nuevamente marchó sobre Hermosillo y sitió el Palacio de Gobierno. En respuesta, Maytorena apeló a la defensa de la soberanía Estatal, y con la ayuda de tropas Yaquis expulsó a Calles de la capital. Hasta entonces, el único apoyo firme con que contaba Elías Calles era Carranza, ya que Obregón no se decidía aún.
En el ámbito nacional, vendría la entrada de Obregón con Carranza a la Cd. de México en agosto, y días después otra reunión más en Nogales entre Maytorena, Villa y Obregón, que intentaba zanjar sus diferencias, la que no llevó a nada. Días después, la desconfianza de Villa por las acciones de Carranza le llevaron a enviar al Gral. Felipe Angeles a que conferenciara en Nogales con el Gobernador de Sonora, José María Maytorena.

Como ya vimos en un artículo anterior, Angeles estuvo aquí, en Nogales, entre el 5 y el 7 de septiembre, empleando dos días encerrado en conferencias privadas con Maytorena. El resultado fue que el 23 de septiembre Francisco Villa desconocía al gobierno de Carranza, y el mismo Maytorena lo desconocía igualmente. Esta acción obligó a que Obregón apoyara a Calles en su pugna con Maytorena, ya que no podría continuar apoyando al Gobernador de Sonora, que había desconocido a Carranza.

Vendría después la Convención de Aguascalientes en Octubre de 1914, dominada por los Villistas y Zapatistas y su nombramiento de Eulalio Gutiérrez como Presidente, seguida del desconocimiento por Carranza de la Convención para continuar con el poder. Obregón decidió entonces continuar bajo la tutela de Carranza, lo que a su vez desencadenó a lo largo de 1915 en la guerra entre Villistas (Convencionistas) y Obregonistas (Constitucionalistas) en el ámbito nacional; mientras, en Sonora se declaraba otra entre Maytorenistas y Callistas.

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