La semana pasada hablaba del Tratado de la Mesilla, cuando el rancho de Los Nogales quedó dividido entre dos naciones. También toqué el tema de las expediciones filibusteras a Sonora y de la pequeña bonanza económica que trajo el desarrollo de minas en el Sur del territorio de Arizona durante la segunda mitad de la década de 1850. En este artículo voy a hablar sobre la situación en el rancho de Los Nogales entonces así como en el norte de Sonora.
Las casas del rancho se encontraban en el actual Nogales, Arizona, en inmediaciones del puente a desnivel de donde parte el camino a Patagonia. En el Norte de Sonora había los poblados de Magdalena, San Ignacio, Imuris y Cocóspera, así como los ranchos de Nogales y Cíbuta; mientras que en el territorio recién adquirido de Arizona estaban la aduana estadounidense en Calabazas (hoy Río Rico), Tubac, Tumacácori, Tucsón, el fuerte militar Buchanan y las minas de Santa Rita y Mowry.
El surgimiento de las minas del Sur de Arizona había provocado una pequeña bonanza en los pueblos fronterizos de Sonora durante esos años: trigo de Cucurpe alimentaba a los soldados de Fort Buchanan, otros productos de Santa Cruz se vendían en la mina de Mowry, y por Los Nogales pasaban carretas sonorenses cargadas de harina, frijol, fruta, carne seca y panocha que eran vendidos en Tubac y en otras minas situadas al norte de Los Nogales. Más del 80% de los mineros de la mina de Tubac, y 90% de los de Mowry también cruzaban la nueva frontera en Los Nogales, procedentes de Cucurpe, Magdalena, Imuris y otros pueblos del Norte de Sonora.
Sin embargo, las expediciones filibusteras de esos años vinieron a trastrocar ese desarrollo. La de 1857, de Henry Crabb, causó las peores consecuencias para nuestra región. Como recordamos, un grupo de filibusteros encabezados por el abogado estadounidense, Henry Crabb, planeaba reunir un millar de estadounidenses para colonizar el Norte de Sonora, y para ello reclutó a colonos así como a aventureros y evasores de la ley en California por delitos cometidos durante la fiebre del oro.
Después, se dirigió a tomar Caborca, aunque en el recuerdo de los sonorenses estaba viva la pérdida de terreno por el Tratado de la Mesilla, así como por los desmanes que habían cometido los grupos de anglos que habían pasado por esa región camino a la bonanza del oro de California. Así, los filibusteros fueron rechazados, derrotados y muertos por los caborquenses el 6 de abril de 1857.
En seguida, muchos de los seguidores de Crabb decidieron establecerse en la región del Sur del Territorio de Arizona. Entre ellos había muchos de los delincuentes de California, a quienes los colonos estadounidenses establecidos en la región conocían como los “filibusteros.” Eran hombres como John Page, Bill Ake, Robert Phillips, etc, y estaban decididos a vengar la muerte de Crabb.
El primer problema surgió dos meses después de los hechos de Caborca, el 27 de junio, cuando una caravana de unas cuarenta y cinco mulas del comerciante de Magdalena, Francisco Padrés, regresaba a México después de vender su carga de harina al fuerte Buchanan, al Noreste de Los Nogales. Pasaron por un bosquecito de enormes encinos negros que se hallaba cerca de las casas del rancho, y un poco más al sur por un lado de la mojonera que marcaba la frontera, para continuar por el vallecito en donde actualmente se encuentra el centro de Nogales, Sonora. No se dieron cuenta que cinco forajidos de los llamados “filibusteros” los seguían, y más o menos a la altura de la actual Plaza Hidalgo les dieron alcance, disparándoles y matando a algunos de los mexicanos que llevaban las mulas. Se robaron la plata en que se había vendido la harina y huyeron a Arizona a esconderse cerca de Tucsón.
Al saber esto, los demás colonos de Arizona le dieron aviso al Mayor Enoch Steen, del fuerte militar, quien arrestó a algunos de los bandoleros, aunque poco después los tuvo que liberar, ya que la jurisdicción militar no comprendía esos delitos. Ese fue sólo el principio: los meses siguientes vendría una serie de ataques y contraataques entre “los filibusteros,” y mexicanos, que llevaron a que los obreros sonorenses abandonaran, temerosos, las minas y huertas de Arizona, y éstas tuvieron que cerrar.
Pero no fue eso todo. También por entonces el Tte. George Nicholas Bascom apresó y luego ahorcó al hermano del jefe Cochise, en represalia por un asalto al rancho de John Ward (situado entre los actuales Nogales y Patagonia) en donde había sido secuestrado un niño. Esto provocó la conocida como Guerra Apache, que duraría 25 años, que vino a agravar aún más la situación en la nueva frontera. Los Elías, dueños de Los Nogales, regresaron a Imuris para protegerse, y las casas del rancho Los Nogales quedaron desamparadas.
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