Ya vimos en artículos anteriores de esta serie que escribo a propósito del Centenario de la Revolución, cómo se fueron definiendo las dos facciones de los revolucionarios sonorenses durante esos primeros meses del movimiento constitucionalista, en 1913 y 1914: por un lado Plutarco Elías Calles y por el otro José María Maytorena. Esta contienda fue un reflejo de otra mayor que se daba simultáneamente en el ámbito nacional: por un lado Venustiano Carranza y por el otro Francisco Villa, pugna cuyos detalles quedan más allá del alcance de esta serie para poder cubrirlos.
Bajo este escenario, mientras Villa tomaba la estratégica Ciudad de Zacatecas en un sangriento combate estos días hace 96 años, el 23 de junio de 1914, victoria que llevó a la renuncia de Victoriano Huerta, al mismo tiempo, aquí en Nogales se realizaban distintas reuniones, las que también he descrito anteriormente, que intentaban resolver el creciente conflicto interno, el cisma revolucionario, aunque no llevaron a nada. La pugna interna siguió creciendo en Sonora.
Los días 5 al 7 de septiembre venía a Nogales el Gral. Felipe Angeles a conferenciar en privado con el Gobernador Maytorena, como igualmente hemos visto, y aunque no sepamos lo que acordaron entonces, los hechos nos lo indican: el 23 de septiembre Francisco Villa desconocía a Venustiano Carranza, y en la misma fecha Maytorena hacía lo propio, acusando a Carranza de intentar perpetuarse en el poder político del país bajo el argumento de que “las situaciones revolucionarias no son situaciones constitucionales.”
Vendría después la Convención de Aguascalientes, apoyada por Villa, Zapata y Maytorena, y opuesta por los Constitucionalistas, entre el 10 de octubre y 9 de noviembre, la que eligió a Eulalio Gutiérrez como Presidente de México en sustitución de Carranza, hecho que llevó a la escisión nacional entre Constitucionalistas y Convencionistas, mientras que aquí, en Sonora, después del desconocimiento de Carranza, la contienda entre Maytorena y Calles también se declaraba abiertamente.
Por entonces, Calles se había retirado de Nogales siguiendo las órdenes de Obregón y se había dirigido a Naco. Allí lo fue a enfrentar el 4 de octubre el Gral. Francisco Urbalejo al mando de tropas maytorenistas, y aunque realizó varios asaltos contra esa población, no tuvo éxito. En esta situación se encontraba, cuando llegó un enviado de la Convención de Aguascalientes, quien hizo cesar las hostilidades. Sin embargo, el armisticio no duró. Un día después de terminar la Convención, el 10 de noviembre se rompían nuevamente las hostilidades en Naco, que se encontraba defendida por Benjamín Hill.
El sitio de esa población por Maytorena continuó en una situación indefinida durante esos meses, y no fue sino hasta el 11 de enero de 1915, cuando por mediación del Gral. Hugh L. Scott, que había sido enviado por el presidente estadounidense, Woodrow Wilson, se llegó al acuerdo de que ambas facciones se retiraran de Naco, el cual “quedará neutral y cerrado al tráfico y al comercio, así como su Aduana, hasta que pueda tomar posesión de él un Gobierno constituido en México y reconocido, al menos, por los Estados Unidos o que una de las facciones contendientes en el Estado, domine completa y substancialmente a la otra.”
Coincidentemente con este acuerdo, el 1 de enero de 1915 era establecida la Ley Seca en Arizona, o sea la prohibición de consumir o comercial bebidas alcohólicas en el Estado vecino, lo que llevó a la apertura de varias cantinas más en Nogales, Sonora.
Para Marzo, Maytorena se apoderaba nuevamente de Naco, mientras que en Julio, Calles, que tenía su base en Agua Prieta, se lo arrebataba nuevamente. Así pasaron los días de ese verano de 1915 en contiendas recurrentes, aquí en Sonora entre Calles y Maytorena y en lo nacional entre los Constitucionalistas y los Convencionistas, como manifestación bélica de aquel escenario revolucionario indeciso aún sobre cuál de los distintos proyectos ideológicos sobre el futuro debería tomar México, tema que tocaré en mi siguiente entrega.
Aquí, en Nogales, Maytorena ordenó en agosto la construcción de una cerca fronteriza para evitar conflictos internacionales, y un mes después ocurría otro enfrentamiento más, al Este de Nogales, sobre el río Santa Cruz, entre el actual Mascareñas y San Lázaro, en el que nuevamente las fuerzas de Maytorena y las de Calles midieron sus fuerzas, con el resultado de que Maytorena desalojó a Calles de ese valle.
En esta acción de guerra participaría bajo la bandera de las tropas Constitucionalistas un joven que con el tiempo sería Presidente de México, Lázaro Cárdenas, y en la misma también fue herido el entonces Tte. Crnl. Cruz Gálvez en una lomita situada cerca del poblado de San Lázaro, y como recompensa por su valentía pocos días después fue ascendido a Coronel, aunque falleció en Agua Prieta el 6 de octubre. En su honor, como ya sabemos, Elías Calles estableció la Escuela para los huérfanos de la revolución, a la que le dio el nombre del fallecido, y en el lugar en que fue herido se ordenó la erección de un monumento que actualmente ya casi ha desaparecido con el paso inexorable del tiempo, que poco a poco va borrando las huellas de lo sucedido en nuestro ayer.
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